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La instalación de persianas de seguridad constituye la opción más recomendada en viviendas con fácil acceso a ventanas y puertas de terraza, como chalets o viviendas de planta baja.
Las persianas de seguridad se caracterizan por el empleo de láminas de aluminio extrusionado, unido a la inserción de una lama autoblocante intermedia entre las lamas principales que bloquea el levantamiento forzado desde el exterior.
El sistema autoblocante proporciona en una persiana de un metro de altura 42 puntos de bloqueo al cerrar, y de forma simultánea, ofreciendo, así, un muy elevado nivel de seguridad en el interior.
La persiana de seguridad se compone de lamas de extrusión de aluminio de 39 mm, 45 mm y de 65 mm de cobertura total, dotadas de un junquillo de seguridad (o lama autoblocante) que impide la apertura externa de la persiana cuando se encuentra completamente cerrada. Este sistema evita que la persiana pueda ser levantada desde el exterior ya que, al intentar empujarla desde abajo, se gira y bloquea la persiana.
No obstante, además de incluir la lama autoblocante que bloquea el levantamiento de la persiana cuando se encuentra cerrada, por lo que estas persianas deben cumplir con la norma AENOR UNE-EN 13659:2004+A1:2009, “Persianas. Requisitos de prestaciones incluida la seguridad”, que se aplica a persianas maniobradas manualmente con o sin resorte de compensación o por medio de motores eléctricos.
Uno de los ensayos obligatorios para poder emitir dicha declaración de conformidad CE, es el Ensayo de Resistencia al Viento, caracterizado por determinar la capacidad de una persiana en resistir cargas que simulen la presión y depresión cuando la acción del viento actúa sobre la misma. Otros ensayos obligatorios son el de la transmitancia térmica y el de la permeabilidad y estanqueidad.
